Entre hedor, sudor, nervios, risas y bromas, unos jóvenes y otros no tanto se mantienen en el anonimato y preparan sus zaleas pestilentes, cornamentas de carneros y cencerros,.

Son los Carneros de Tigaday (El Hierro), que cada domingo y martes de carnaval recorren en desbandada las calles del pueblo atemorizando a vecinos y cientos de foráneos persiguiendo, agarrando y derribando a todo aquel que les reta o se interpone a su paso, impregnándolos de la peste de la piel curtida, y untándolos de betún.

No se puede datar con precisión el origen de esta celebración, pero se sabe que está vinculada a los primeros habitantes de la isla y su relación con el ganado pastoril.

Tras la Guerra Civil, esta tradición estuvo a punto de desaparecer, pero gracias a Don Benito Padrón, quien se encargó de recuperarla y posteriormente a su hijo Ramón Padrón Cejas, quien la ha mantenido viva hasta nuestros días, lejos de ser solo una fiesta local, Los Carneros de Tigaday han sido reconocidos como Bien de Interés Cultural de Canarias  en 2018 y hoy sigue formando parte del carnaval herreño.

La fiesta que en un principio puede dejar perplejo, horrorizado a todo aquel que no conoce la tradición, en definitiva es muy divertida.

 

 

 

 

 

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Fotografía por y con pasiónsite by Bluekea